¡Hola, grumetillos! ¿Qué tal se han dado las vacaciones de verano? Yo por mi parte ya he vuelto a mi casa, de modo que ya voy a tener internet estable y tiempo para escribir toooodas estas entradas que tengo en mente. En esta entrada os traigo un libro que, aunque es el último que he terminado, he decidido reseñar lo más pronto posible por demanda popular.
Título: Alianzas (Cuentos de la luna llena #1)
Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Año de publicación: 2014
Editorial: Everest
Número de páginas: 630
Érase una vez una guerra cruel. Una confrontación entre humanos y feéricos que parecía que nunca tendría fin. Éranse una vez una reina malvada, un apuesto príncipe, dos princesas y un trovador que sabía contar las historias más maravillosas del mundo. Y aunque los cuentos nos han enseñado a creer en finales felices, en un mundo donde su magia es real, las situaciones son completamente diferentes a como nos las han contado… Alianzas, traiciones, luchas de poder e intereses puramente egoístas guiarán esta historia, hasta que finalmente nada de lo aparentemente predefinido llegue a cumplirse.
Si estáis metidos en tuiter y seguís un poco a la bloggosfera seguramente hayáis oído hablar de este libro. Todo el mundo parece haber perdido la cabeza por él y lo pone por las nubes. Incluso se ha llevado el premio del Templo de las Mil Puertas. Aunque no pensaba que a mí me fuera a gustar tanto, sí que esperaba que fuera una lectura agradable y entretenida, así que le di una oportunidad. Qué gran error.
Decir que el libro no me ha gustado es quedarse cortos. Me ha parecido lento, aburrido, escrito en un lenguaje recargado a más no poder que te sorbe poco a poco las ganas de leer y de vivir. Llegó un momento que me saturé tanto que tuve que hacer un parón y ponerme a leer otro libro entre medias (bendita Ana Frank). Es un estilo engañosamente lírico que trata de imitar el de los cuentos de hadas. Y admito que eso puede estar bien para un cuento, pero no para un libro de 630 páginas. Llegué a acabar harta de la manía que tienen las autoras de abusar de las repeticiones de estructuras en un párrafo. En un momento dado puede darle fuerza a lo que se está diciendo, pero no si en cada capítulo se usa tres veces este recurso.
En definitiva, el estilo me cansó. Es empalagoso y rebuscado, tanto que a veces desearías que dijeran las cosas tal cual son, sin metáforas o símiles raros. Hablar de un beso como de "robar el aliento directamente de su boca" no me parece una gran elección. Me recuerda a los dementores, de hecho.
Tampoco me ha gustado que todo sea tan introspectivo. Los capítulos están contados en primera persona por cuatro personajes principales (y en ocasiones algunos secundarios) y se centran tanto en sí mismos que no hay ni una descripción del entorno, nada para hacernos una idea de lo que rodea a los personajes. Para qué. Ya sabemos que un castillo es un castillo, tsk. Además, para describir a los personajes, y en lugar de dejar que nos hagamos una idea de cómo son mediante sus acciones o cómo se desenvuelven en las situaciones en las que se puedan hallarse, nos lo repiten una y otra vez en alguna reflexión.
Otro factor que puede ralentizar la lectura es la redundancia del texto. Volver a poner en el siguiente pensamiento del personaje lo que acaba de decir en el diálogo (diálogos muy forzados, por cierto) o rememorar cosas que han pasado apenas unos capítulos antes como si el lector no fuera a acordarse puede llegar a hacer perder el ritmo de lectura. No ayuda nada el hecho de que la trama sea tan, pero taaaaaan lenta, centrada en reflexiones y más reflexiones de los personajes, que en muchas ocasiones se vuelven, como ya he dicho, repetitivas y cargantes. La acción, si es que se la puede llamar así, aparece en las últimas cien páginas del libro, dejando unas 500 páginas anteriores de personajes que marean la misma perdiz una y otra vez.
En definitiva, el estilo me cansó. Es empalagoso y rebuscado, tanto que a veces desearías que dijeran las cosas tal cual son, sin metáforas o símiles raros. Hablar de un beso como de "robar el aliento directamente de su boca" no me parece una gran elección. Me recuerda a los dementores, de hecho.
Tampoco me ha gustado que todo sea tan introspectivo. Los capítulos están contados en primera persona por cuatro personajes principales (y en ocasiones algunos secundarios) y se centran tanto en sí mismos que no hay ni una descripción del entorno, nada para hacernos una idea de lo que rodea a los personajes. Para qué. Ya sabemos que un castillo es un castillo, tsk. Además, para describir a los personajes, y en lugar de dejar que nos hagamos una idea de cómo son mediante sus acciones o cómo se desenvuelven en las situaciones en las que se puedan hallarse, nos lo repiten una y otra vez en alguna reflexión.
Otro factor que puede ralentizar la lectura es la redundancia del texto. Volver a poner en el siguiente pensamiento del personaje lo que acaba de decir en el diálogo (diálogos muy forzados, por cierto) o rememorar cosas que han pasado apenas unos capítulos antes como si el lector no fuera a acordarse puede llegar a hacer perder el ritmo de lectura. No ayuda nada el hecho de que la trama sea tan, pero taaaaaan lenta, centrada en reflexiones y más reflexiones de los personajes, que en muchas ocasiones se vuelven, como ya he dicho, repetitivas y cargantes. La acción, si es que se la puede llamar así, aparece en las últimas cien páginas del libro, dejando unas 500 páginas anteriores de personajes que marean la misma perdiz una y otra vez.
Seaben y Eirene, la novia de penalti |
Y por último, me gustaría hablar de los personajes. En muchas ocasiones me han parecido incoherentes con la descripción que se da de ellos. ¿Mab, una malvada reina con poderes mentales que tiene
Lo que sí que me parece un punto positivo de este libro es que no se nota que esté escrito a cuatro manos. No sé si es porque los estilos de las autoras son muy parecidos o porque han hecho un trabajo exhaustivo en la correción, pero desde luego es uniforme a lo largo de toda la novela.
Y esto es todo lo que pienso de Alianzas. Dudo mucho que siga con esta trilogía. La historia podría seguir interesándome aunque no sea el colmo de la originalidad, pero no me he sentido para nada a gusto leyendo este libro ni creo que aguantase dos más. Me aburrí mucho, lo siento. Estaba deseando acabar el libro y respirar tranquila. Si queréis una buena novela de personajes llenos de matices, por favor, leed a Robin Hobb. Y si lo que queréis es una buena trama política, Canción de Hielo y Fuego es vuestra saga.
¿Vosotros la habéis leído? ¿Qué opinión os ha merecido? Y si alguien quiere debatir, estaré encantada de contestar en la caja de comentarios.