domingo, 28 de diciembre de 2014

Cambio en la administración del blog

Hoy vengo con un anuncio que daros. Como sabéis, he llevado este blog desde que lo abrí allá por junio/mayo de 2013. Me ha dado muchas alegrías y he visto cómo iba creciendo poco a poco. Ahora mismo somos 53 grumetillos y yo sin contar a los que me seguís por correo. Os estoy muy agradecida por ello, de verdad.

Pero como muchos sabréis, la carrera de la universidad me quita más tiempo del que me gustaría y no puedo dedicar al blog toda la atención que merece. Es por eso que he decidido dejar el blog en manos de alguien en quien confío y que creo que sabrá darle la continuidad que me falta. No es algo fácil, creedme, pero esta persona ha demostrado con creces de lo que es capaz y sé que llevará a este blog a buen puerto.

Os presento a Pedro J.


Seguramente muchos de vosotros ya le conozcáis. Él se puso en contacto conmigo para decirme lo mucho que le gusta mi blog y lo que le gustaría comprarme los derechos de autor. Ahora os dejo en sus manos.

¡Ha sido un placer! Hasta la vista.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Trilogía de El Hobbit

El Hobbit
Un viaje inesperado (2012)
La desolación de Smaug (2013)
La batalla de los cinco ejércitos (2014)
País: Estados Unidos
Director: Peter Jackson
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Luke Evans, Orlando Bloom, Aidan Turner, Evangeline Lilly, Lee Pace, Ryan Gage, Ken Stott, Graham McTavish, James Nesbitt, Jed Brophy, Stephen Hunter, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton, Mark Hadlow, Cate Blanchett, Hugo Weaving, Billy Connolly, Christopher Lee, Stephen Fry, Ian Holm, Sylvester McCoy, Manu Bennett
Género: Fantástico. Aventuras. Acción | Espada y brujería.

No he querido hacer ninguna reseña de El Hobbit porque quería esperar a ver las tres entregas antes de atreverme a decir nada. Y ahora, con La batalla de los cinco ejércitos recién vista, ha llegado la hora. Damas y caballeros, bienvenidos a El Hobbit (o Cómo Peter Jackson sucumbió al Mal del Dragón, su otro nombre menos conocido).

Antes de nada quiero aclarar que no soy exigente a la hora de ver una adaptación de un libro en el cine. No me importa que se cambien cosas siempre que se respete la coherencia y el alma de la historia. No me importa que se inventen personajes o que metan escenas que no existen. Por algo es una adaptación a la gran pantalla. No puedes esperar que algo que funciona en un libro funcione también en una película. Sabía que Jackson iba a hacer una adaptación un tanto libre de El Hobbit y me pareció bien. Después de todo, Jackson es el responsable de la trilogía de El señor de los anillos y con ella había demostrado de lo que era capaz. Lo único que no me convencía de todo esto era que se fueran a hacer tres películas y no una o dos como se propuso en un primer momento, pero decidí darle un voto de confianza al señor Jackson.

Cuando vi Un viaje inesperado todavía no había leído el libro y me pareció una buena película. No al nivel de ESDLA (cosa que creo que nadie esperaba, por otra parte), pero sí con un toque de aventuras y fantasía, entretenida y simpática, sin el tono oscuro y adulto de ESDLA aunque con sus partes épicas (¿he de mencionar la escena de Misty mountains o la parte final de Azog, Thorin y Bilbo?). Era una forma de reencontrarse con la Tierra Media de la mano de Bilbo Bolsón, el protagonista de una historia que en un principio había sido creada para niños. Como ya he dicho, la película me encantó y disfruté muchísimo con Thorin y su compañía. Luego me leí el libro y vi las cosas que Jackson había añadido (la persecución de Azog, la lucha al final entre Thorin y el orco, etc, etc). Todo me pareció muy acertado, pues plasmar tal cual la historia de Tolkien habría quedado muy aburrido. En definitiva, Bilbo iba a vivir una aventura, y nosotros con él.

 
Después llegó La desolación de Smaug. No me pareció tan buena como la primera, pero también disfruté bastante. Aunque se notó un montón que Jackson la alargó y alargó metiendo escenas que perfectamente podría haberse ahorrado (y que no aportaban nada a la ya diluida trama), se siguió notando la esencia del libro con pasajes como el de la casa de Beorn (cuya caracterización me pareció horrible, por cierto), el de Mirkwood o la gran conversación entre Bilbo y Smaug ya en Erebor. No me importó el sosillo romance entre Kili y Tauriel (y la recién estrenada friendzone de Legolas) ni el relleno en Ciudad del Lago o la surrealista escena de los barriles. Ni siquiera los exagerados efectos especiales que le quitaban naturalidad a la película. Estaba dispuesta a perdonar todo eso porque la parte en la que llegaban a la Montaña Solitaria lo compensaba todo. Aun así, la cosa ya empezaba a oler a chamusquina. ¿Dejar para una sola película la Batalla de los Cinco Ejércitos? ¿Había sucumbido Peter al mal del dragón?

Finalmente, me senté en mi butaca un día de diciembre de 2014 con la esperanza de ver un final apoteósico, una tercera película que pondría el broche final al viaje a la Tierra Media. Una película que habría de ser épica y que nos recordaría por qué le debemos tanto a Jackson. El trailer ya parecía anunciar que estábamos ante un gran final. Entonces... ¿qué puñetas falló?¿Qué te pasó, Jackson?

CONTÉSTAME, PETER
La batalla de los cinco ejércitos es el desastre absoluto, el cataclismo que destruye la carrera de su director. Tiene delito. Tiene mucho delito decir que esta película pertenece al universo de la Tierra Media. La verdad es que no sé ni por dónde empezar. ¿Qué haces cuando una película te decepciona tanto?

A partir de aquí va a haber spoilers de la película. Avisados quedáis.

Al salir del cine tenía clara una cosa: la película me había parecido una tomadura de pelo. Donde se supone que tendría que haber habido una gran batalla por el destino de Erebor se suceden escenas surrealistas y a cada cual más absurda. Increíbles en el peor sentido, imposibles de tomar en serio. Tenemos a Bardo montando en un carro cual Ferrari, a un enano matando orcos a cabezazos, a Bilbo matándolos a pedradas, a Legolas siendo poseído por el espíritu de Super Mario, a unas cabras gigantes surgiendo de la nada en medio de la batalla... ¿Tengo que seguir? Las otras películas también tenían escenas de estas, pero al menos se notaba que iban con un toque cómico. Aquí, intentando que parezcan normales, logran el efecto contrario, que es que te preguntes si de verdad estaban haciendo una película seria.

Por otra parte, personajes de la talla de Bilbo o Gandalf desaparecen de su propia película (y parecen espontáneos cuando salen) mientras se le da protagonismo a un personaje que no hace más que tocar las narices, que es Alfrid el consejero. ¿Hacía falta darle minutos para demostrar que la avaricia está mal? Ni siquiera Smaug, pilar de la promoción de toda la trilogía, enemigo acérrimo de los enanos, tiene los minutos que se merece y se lo cargan en los diez primeros minutos de peli (de una forma totalmente chapucera, ver para creer). En su lugar, aparecen personajes de la trilogía original como Galadriel o Elrond en una trama paralela que a mi modo de ver aporta poco a la trama principal y apenas presenta coherencia. Todo esto acompañado de unos efectos especiales que de tan especiales parecen sacados de un videojuego. Incluso los personajes de carne y hueso se ven antinaturales. Que se lo pregunten a Legolas. En ESDLA los orcos eran actores disfrazados, mientras que aquí son un ejército de clones generados por un ordenador. Y a pesar de contar con menos medios, ESDLA se sentía mil veces más real que su precuela.

Aragorn sufre con tus tontadas, PJ
El guión y la historia brillan por su ausencia. Con diálogos sencillitos para salir del paso, quedan atrás las frases memorables de ESDLA (y de las primeras del Hobbit si me apuras). No hay sentimiento ni diálogos que no hayamos oído antes en otras películas. Además, se hacen constantes guiños a ESDLA, no sé si con la intención de hacer reaccionar a los fans de la trilogía o qué. Pero estos guiños descarados parecen casi una burla. Vete a buscar a Trancos, le dice Thranduil a Legolas, que tengo la sensación de que va a ser importante en el futuro. Su nombre deberás averiguarlo tú mismo. Anda ya, Peter.

Y cuando digo que a esta película le falta sentimiento lo digo en serio. Esta tendría que haber sido la película más emocional de las tres, pues cuenta con todos los elementos. El Jackson de ESDLA habría sabido emocionarnos. Este Jackson... ¿de verdad lo intentó? Con unas muertes frías y sin emoción, vemos a la línea de Durin desaparecer. Yo llevaba tiempo esperando a ver esto, quería saber qué habrían inventado para darles un final digno. Y qué decepción me llevé. Qué gran decepción. Thorin se pasa la pelea contra Azog haciendo que el espectador se replantee su inteligencia y habilidad como guerrero. Kili muere en un número digno de Romeo y Julieta. Y Fili... Bueno, todo el mundo se olvida de él. Para qué vamos a honrar al que iba a ser el herededor de Thorin.

Lo único que puedo salvar de esta película son los créditos con la preciosa canción de Billy Boyd y esos dibujos de los personajes al estilo de El retorno del rey. El resto puede arder en el infierno. Y Jackson con él.

En definitiva, soy una fan que se siente completamente estafada y decepcionada. Estamos ante una cáscara vacía y sin alma, ante una película que no debería haber existido. No tiene esa encanto de las anteriores ni te hace sentir la nostalgia por la Tierra Media. Es un barco a la deriva que hace aguas por todas partes. Nunca llegará al Oeste.

[Ni siquiera soy capaz de dar una puntuación a toda la trilogía. Tendréis que perdonarme]

Ahora, si me disculpáis, me voy a llorar a un rincón mientras me pongo El señor de los anillos para recordar los días de gloria y quitarme el disgusto que llevo encima.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Palabras envenenadas, de Maite Carranza



Título: Palabras envenenadas

Autora: Maite Carranza

Año de publicación: 2011

Editorial: Edebé (Premio Nacional de Literatura Juvenil 2011)

Número de páginas: 252

Precio: 9,95€


Palabras envenenadas es una crónica de un día trepidante, vivido a contrarreloj y protagonizado por tres personas cercanas a Bárbara Molina, desaparecida misteriosa y violentamente cuando tenía quince años. Un enigma que, después de cuatro años sin resolverse, va a verse sacudido por nuevas claves. A veces, la verdad permanece oculta en la oscuridad y sólo se ilumina al abrir una ventana. Una historia de mentiras, secretos, engaños y falsas apariencias que pone el dedo en la llaga sobre mitos incuestionables. Un relato apasionante que disecciona la hipocresía de la sociedad española moderna. Una denuncia valiente de los abusos sexuales en la infancia, sus devastadoras consecuencias y su invisibilidad en este acomodado mundo nuestro.
Este es el primer libro que leo de Maite Carranza y la verdad es que me arrepiento de no haberlo hecho antes. Y seguramente no lo habría llegado a leer este año (a pesar de tener una trilogía fantástica que me llama mucho la atención) si no hubiera sido porque la propia Maite fue al club de lectura al que suelo ir.

Os preguntaréis qué es lo que me ha gustado tanto de esta libro. Pues sin lugar a dudas ha sido la forma de escribir de Carranza. Es una forma directa que habla sin tapujos y donde los sentimientos están expuestos libremente. Una novela profunda y muy psicológica. Da igual de quién sea el capítulo que se está narrando (ya sea Bárbara en primera persona o los otros tres en tercera), los personajes se nos presentan como reales por la cantidad de detalles que los hacen tan humanos. Se nota la capacidad de introspección de la autora. Como ella misma dijo en el club, ser guionista le ha ayudado mucho en ese aspecto porque al escribir un guión tiene que meterse en la piel de todos los personajes y conocerlos, lo que al final se acaba notando en su carrera literaria. Lo único reprochable es que haya decidido sacrificar los diálogos (no aparecen marcados ni con ninguna distinción que los diferencie), pero supongo que lo hizo para dar una mayor sensación de "estar dentro" de la mente del personaje.

La temática es bastante dura y se aborda de forma realista. No quiero poneros exactamente de qué se trata (de eso ya se encarga la propia sinopsis y me parece que hace spoiler o al menos fastidia parte de la sorpresa), pero es un tema del que no se ha escrito mucho. A lo largo de la historia vamos conociendo a distintos personajes arquetípicos que encarnan unas características y que nos hacen sospechar de ellos, haciéndonos olvidar los detalles que nos llevan al verdadero culpable. Tal vez es que estaba empanada ese día, pero no fue hasta que quiso la autora cuando descubrí al malo de la historia.

Puede que al principio se haga algo lenta, pero después va aumentando el ritmo y se lee en un suspiro. Aunque la verdad es que con doscientas y pico páginas es díficil no leerla rápido. Eso sí, no busquéis demasiada acción, que como ya he dicho antes esta novela se basa en la introspección. Echadle un vistazo si podéis, que yo me volveré a ver las caras con Carranza en su trilogía de La guerra de las brujas.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Canción del día #16: Billy Boyd en la BSO de El Hobbit

Después de emocionarnos con Edge of night, Billy Boyd (aka Pippin) vuelve a la Tierra Media, en esta ocasión poniendo la canción de los créditos para El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos. Mucha gente se sorprende al enterarse de que Billy Boyd canta, pero lo cierto es que compagina la música con la actuación. Tiene un grupo llamado Beecake (del que ya os hablé por aquí) que, aunque no es muy conocido, ya ha realizado algunas giras por UK y Estados Unidos.

Y visto que hoy estrenan El Hobbit en los cines de medio mundo, ¿qué mejor momento para poneros la canción?
The last goodbye


I saw the light fade from the sky
On the wind I heard a sigh
As the snowflakes cover my fallen brothers
I will say this last goodbye

Night is now falling
So ends this day
The road is now calling
And I must away
Over hill and under tree
Through lands where never light has shone
By silver streams that run down to the sea

Under cloud, beneath the stars
Over snow one winter’s morn
I turn at last to paths that lead home
And though where the road then takes me
I cannot tell
We came all this way
But now comes the day
To bid you farewell
Many places I have been
Many sorrows I have seen
But I don’t regret
Nor will I forget
All who took the road with me

Night is now falling
So ends this day
The road is now calling
And I must away
Over hill and under tree
Through lands where never light has shone
By silver streams that run down to the sea

To these memories I will hold
With your blessing I will go
To turn at last to paths that lead home
And though where the road then takes me
I cannot tell
We came all this way
But now comes the day
To bid you farewell

viernes, 12 de diciembre de 2014

La casa de los siete tejados, de Nathaniel Hawthorne


Título: La casa de los siete tejados

Título original: The House of the Seven Gables

Autor: Nathaniel Hawthorne

Año de publicación: 1851

Editorial: Alianza

Número de páginas:  409

Precio: 12,90€

La Casa de los Siete Tejados es el nombre que recibe popularmente la mansión de la familia Pyncheon, que se cree víctima de una maldición desde que el patriarca, el puritano coronel Pyncheon, arrebató las tierras sobre las que se erige al humilde Matthew Maule, que terminaría siendo ajusticiado por brujería durante los célebres juicios de Salem de 1692. Ciento cincuenta años después, parece que el destino de los escasos descendientes de la familia que aún viven en la casa confirma la maldición de Maule. La inesperada llegada de la joven e inocente Phoebe Pyncheon parece prometer un nuevo hálito de vida y esperanza para los moradores de tan lúgubre residencia, pero ni ella ni sus primos se imaginan que pende sobre ellos una terrible amenaza de consecuencias imprevisibles.
Sí, es él.
¿Qué pasa si juntamos en una casa con siete tejados a una chica con complejo de Blancanieves, un tipo que parece la reencarnación del juez Frollo, una mujer que siembra el terror con su ceño y un tipo recién salido de la cárcel tras treinta años (y que no quiere mirar a su hermana porque es fea)? Sí, habéis acertado, es La casa de los siete tejados. La verdadera protagonista de la historia, un lugar con una historia teñida de sangre. Pero no a lo Monster House, no, ya lo veréis.

Bromas aparte, ¿en qué estaba pensando cuando cogí este libro de la biblioteca? O mejor dicho, ¿en qué estaba pensando cuando lo continué leyendo a pesar de que estaba viendo que este libro no era lo que aparentaba? Bueno, respondiendo a la primera pregunta, leí la sinopsis y me pareció interesante y atrayente, sobre todo cuando vi mencionadas las brujas de Salem. Después, cuando vi que había hecho una mala elección, seguí leyendo por esa cosa que llaman orgullo lector y que dice que si se empieza un libro, se acaba. Supongo que ese es mi defecto fatídico.

Cogí este libro pensando que sería una historia donde se jugaría con lo sobrenatural y lo terrenal, con lo fantasmagórico y lo cotidiano, todo ello ambientado en el pueblo donde tuvieron lugar los juicios de brujas, en la Nueva Inglaterra del siglo XIX . Tengo que decir que parte de esta idea preconcebida me vino tras leer la sinopsis de la propia contraportada. ¿Se puede estar más lejos de la realidad? Yo creo que no. Porque elementos sobrenaturales, pocos. Si alguna vez encuentro a la persona que clasificó este libro como literatura de terror, tendré unas palabras con ella.

Y no habría pasado nada si, aunque el libro no fuese lo que prometía, hubiese tenido otras cualidades, pero no. Hacía tiempo que no me encontraba con un libro así, un libro que se me haya hecho tan pesado y cuesta arriba. Porque a este libro le sobraban páginas. Muchas. Muchísimas. Para la historia que cuenta habrían hecho falta cincuenta (de cuatrocientas que tiene mi edición) porque en realidad no pasa nada. Sin embargo, el autor prefiere perderse en interminables reflexiones que no llevan a ninguna parte y que ponen a prueba la paciencia del lector, prefiere narrar hechos que al final no aportan nada y convierten la narración en una perorata horrible. No voy a negar que su prosa es ingeniosa (y adornada como corresponde a una novela de su siglo), pero eso no salva la historia de ninguna forma. Aburrida, innecesariamente larga y con una resolución que ofende por su simpleza. Una historia que hace que te salga la vena psicópata. Sin ir más lejos, hubo un momento en el que un personaje casi salta por la ventana y yo deseé empujarlo para que la historia por fin acabase.

Yo al acabar la novela. Ahora entiendo a Frodo.
Está considerado por muchos como la mejor novela americana y, sinceramente, no sé qué le ven. Sí, algunas de las reflexiones que hacen son muy interesantes y sí, se nota la crítica social, además de un peculiar sentido del humor del autor, pero no creo que sea suficiente, no en esta novela.

Así que resumiendo, esta novela me ha decepcionado mucho y me ha hecho estar mirando todo el rato cuánto quedaba para acabar el libro. No obstante, le daré otra oportunidad a Hawthorne con La letra escarlata. Y si sigue igual... Bueno, entonces es que este autor no es para mí.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Interstellar (2014)



Título: Interstellar
Año: 2014
País: Estados Unidos
Director: Christopher Nolan
Reparto: Matthew McConaughey, Anne Hathaway, David Gyasi, Jessica Chastain, Mackenzie Foy, Matt Damon, Michael Caine, John Lithgow, Casey Affleck, Timothée Chalamet, Wes Bentley, Ellen Burstyn, Topher Grace, David Oyelowo, Collette Wolfe, Leah Cairns
Género: Ciencia ficción. Drama. Aventuras | Aventura espacial. Futuro postapocalíptico. Viajes en el tiempo



Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores liderados por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) se embarca en la que puede ser la misión más importante de la historia de la humanidad y emprenden un viaje más allá de nuestra galaxia en el que descubrirán si las estrellas pueden albergar el futuro de la raza humana.


Nolan, Christopher Nolan
¿Conoces a mi amigo Ted Christopher Nolan? Esta podría ser una buena pregunta para meternos en materia. Todos hemos oído hablar alguna vez de este director de cine y seguro que más de uno ha visto una película suya sin saber que era suya (a mí me pasó, sin ir más lejos). Pero adonde quería llegar es que Nolan es uno de los directores de cine más aclamados de los últimos años y sus películas no suelen dejar indiferente a nadie. Es por eso que fui con ganas a ver Interstellar (y eso que no tenía muy claro de qué iba la película).
Interstellar me ha parecido una película muy ambiciosa (y peligrosa). La mayor parte de su trama se basa en suposiciones. La teoría de la relatividad todavía es eso, una teoría. Utilizarla como pilar central para realizar una película de estas características es algo muy arriesgado, porque se puede meter la pata en cualquier momento. Pero se nota que Nolan se rodeó de entendidos en el tema y trató de ser lo más fiel posible a la realidad. No voy a negar que a partir de cierto momento de la película se nota que supusieron demasiado. Pero de algún modo tenían que resolver el lío, así que usaron una salida que les convenía. El resto de la película está verdaderamente bien llevado, creedme. Puede que en algún momento nos perdamos en las explicaciones llenas de tecnicismos (que si los agujeros de gusano, horizontes de sucesos, etc, etc), pero la mayor parte de la película se entiende aunque no seamos unos duchos en física cuántica.

El único problema que le vi a la película es que fue muy larga. Casi tres horas de clase de física condensada. Hacedme caso, id al baño antes de entrar en la sala del cine. Si no, no hay vuelta atrás. Porque una vez empieza la película, es muy difícil encontrar un momento adecuado para ausentarse. Puede bastar con que te pierdas un diálogo para que después no entiendas por qué pasa tal o cual cosa. Y ya que hablamos de los diálogos, me parecieron muy buenos en general.

Por todo lo dicho anteriormente, podríamos decir que el punto fuerte de esta cinta es el componente de ciencia-ficción (por llamarlo de algún modo) que tiene, pero no sería del todo cierto porque aquí también se juega mucho con el sentimentalismo. Vemos a Cooper, interpretrado por Matthew McConaughey, el piloto que ha de llevar a cabo la misión junto con otros escogidos, en una lucha interna entre lo que debe y lo que quiere hacer, debatiéndose entre volver a ver a sus hijos o hacer lo correcto para salvar a la humanidad, es decir, elegir entre el individuo o la especie. De hecho, no es el único al que se le presenta esta disyuntiva y lo bueno de Interstellar es que se ven muy bien reflejados estos conflictos morales, así como la esperanza y las dudas de los personajes principales. Claro, luego están algunos secundarios que parecen puestos para tocar un poco las narices (como el hermano de Murph).

En definitiva, esta es una película donde se sabe mezclar el entretenimiento puro y duro con la ciencia con la esperanza de que el espectador salga de cine comiéndose la cabeza y buscando explicaciones imposibles. Además, los efectos visuales son un espectáculo para la vista. Todas las visiones del espacio parecen muy reales, igual que esos planetas que visitan. Por último, no podemos obviar que la BSO ha corrido a cargo del gran Hans Zimmer (ya sabéis que yo a este hombre lo tengo en un pedestal). Contundente, jugando con los silencios tan horribles del espacio, haciendo dar botes al espectador en el momento adecuado.

Así que si os preguntáis si yo recomiendo ir a ver esta peli, la respuesta es sí. Pero hacedme caso. Id al baño antes. Y pensad que vais a McConaughey en uno de sus mejores papeles.

"Antes mirábamos hacia arriba soñando con qué lugar ocuparíamos entre las estrellas."


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