lunes, 8 de julio de 2013

Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen.

Aquí está mi primera reseña. Tras pensarlo un poco (como dos segundos o así), he decidido empezar las reseñas de este blog con un clásico: Orgullo y Prejuicio. Como supongo que todos sabréis, Orgullo y Prejuicio está considerada la mejor obra de la escritora inglesa Jane Austen. Mirad si esta mujer es conocida que hasta tiene peli y todo (aka La joven Jane Austen). Escribió otras obras igualmente conocidas como Sentido y Sensibilidad, Emma, Persuasión, etc. Y me ha llamado el detalle de que, a pesar de los finales felices de casi todas sus novelas, ella nunca se casó ni, al parecer, tuvo pretendientes, salvo Thomas Lefroy.

Ahora pasemos al libro:


Título: Orgullo y Prejuicio.

Autora: Jane Austen.

Año: 1813

Sinopsis: La aparición en Longbourn, un pueblo de la campiña inglesa, de Charles Bingley, joven, soltero y rico, despierta las ambiciones de las familias del vecindario, que lo consideran un excelente partido para sus hijas. Él y su amigo Fitzwilliam Darcy, también adinerado, tendrán que luchar contra las intrigas con las que se tratará de poner trabas al amor que sienten por dos de las hermanas Bennet, pobres y modestas, antes de alcanzar un final feliz.


Es una verdad universalmente conocida que Orgullo y Prejuicio, desde su publicación en 1813, desata pasiones a su paso. ¿Quién no ha cogido este libro lleno de escepticismo y se ha llevado una gran sorpresa con él?
En mi caso ya sabía más o menos lo que me iba a encontrar porque había visto la adaptación de Joe Wright de 2005. Sí, esa en la que sale Keira Knightley y Matthew Macfadyen. Esa película me encantó, así que me lancé de cabeza a por el libro. Y, desde luego, no me decepcionó para nada.
Es un libro que muestra muy bien la vida a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Por algo la autora es de esa época. Y a mí me resulta muy curioso todo ese montón de normas sociales y protocolarias que debían seguir tanto los hombres como las mujeres. Me ha servido para darme cuenta de cómo han cambiado las cosas en apenas dos siglos. A veces no dejo de pensar que me gustaría vivir en aquella época durante algún tiempo.
Pasando a los personajes, me declaro fan incondicional del señor Darcy. Supongo que no hace falta explicar el porqué. Y eso que me han llegado a decir que es más seco que un palo.
Lizzy también me gusta mucho, aunque hubo algún momento después de la declaración de Darcy que se me hizo bastante tonta. Suerte que luego se repuso. Y se llevó al mejor mozo de los alrededores.
Sobre la familia de Lizzy no tengo mucho que decir. Las hermanas que están diseñadas para que caigan mal, me caen mal (véase Lidia y Kitty). Jane me gusta, aunque me parece demasiado inocente y buena. Mejor no hablo de la madre, pero el padre me encantó, sobre todo en la película. No sé si fue por ese humor subyacente que tenía.
El señor Collins y Lady Catherine de Bourgh pueden irse de paseo. Y si no vuelven, mejor :3 Juntos forman un ente odioso de por sí, el uno por pesado y la otra por mala pécora. Pero supongo que sin ellos la historia no habría acabado como acabó, así que habrá que estarles agradecidos y todo.

En general es un libro que recomiendo mucho. No os esperéis peleas ni nada por el estilo (para eso ya tenéis Orgullo y Prejuicio y Zombies, que empecé a leerlo y lo tuve que dejar por malo. Es exactamente el mismo texto de Austen, salvo que cada página más o menos hay un ataque zombie y se pegan un par de leches). Es un libro para la vida cotidiana, ni más ni menos. Y romántico. Pero no romántico empalagoso. De hecho, en lo que a contacto físico se refiere nos deja con un palmo de narices. Lo máximo a lo que llegan Darcy y Lizzy es a darse la mano. Sin embargo, creo que ha sido uno de los libros con los que más me he emocionado, tal vez por las situaciones y los sentimientos que se transmitían. El que lo haya leído sabrá de lo que hablo.

Así que, si no os lo habéis leído, ya estáis tardando, y si os lo habéis leído, ¿a qué esperáis para releerlo?

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